Bajo la dinastía III la capital se estableció definitivamente en Menfis, de donde procede la denominación del país, ya que el nombre del principal templo, Hat Ka Ptah "casa del espíritu de Ptah", que pasó al griego como Aegyptos, con el tiempo designó primero al barrio en el que se encontraba, luego a toda la ciudad y más tarde al reino.

En la época de la tercera dinastía comenzó la costumbre de erigir grandes pirámides y monumentales conjuntos en piedra, gracias al faraón Dyeser, pero fue durante la dinastía IV, con Seneferu, Keops y Kefrén, cuando se construyeron las mayores pirámides. Sin embargo, el esfuerzo y recursos invertidos en ellas determinó que el poder absoluto y prestigio del faraón se resintiera.

La dinastía V marca el ascenso del alto clero y los influyentes gobernadores locales (nomarcas), y durante el largo reinando de Pepy II se acentuará una época de fuerte descentralización, denominada primer periodo intermedio de Egipto. El Imperio Antiguo comprende las dinastías III a VI.